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Entrando al Palacio de tus sueños. Cambiarse de País. Llegar a establecerse en un nuevo país es como estar parado, solo, frente a la inmensa puerta de un palacio antiguo, sosteniendo una llave en la mano que es de color dorado, con olor a metal, pintura resquebrajada, temperatura cálida, del tamaño de la mano y que tiene la única clave que sirve para abrir la puerta que tienes en frente. Una puerta para entrar en un palacio que posiblemente no conoces, que no haz visitado, y que solo ha existido en tu imaginación, en tus sueños, pero que una vez decides usar la llave esa puerta te mostrará todo lo que parecía tan irreal, todo lo creado en tus pensamientos.

Antes de abrir esa puerta es necesario respirar y permitirse ver, oír, oler, sentir, degustar todo lo que sea que venga, solo porque tomaste la decisión de introducir la llave que tuviste en tus manos por la cerradura de la inmensa puerta del palacio. La forma y el tiempo que te tomes para abrir esa puerta puede ayudarte a estar consciente sobre ti mismo para permitirte descubrir lo que sea que vas a encontrar, en mi caso esa puerta se abrió con la siguiente frase de cajón que escuché más de una vez en Colombia: “La paciencia es la que hace verdaderos sabios” El 15 de febrero del 2014 introduje esa llave para entrar al palacio de Bangkok, a la tierra de las sonrisas. Un lugar lleno de personas con gran diversidad de mezclas entre locales y extranjeros de todas las nacionalidades, unos que han llegado por turismo, otros que vienen a trabajar en ONG o en colegios internacionales, otros que decidieron jubilarse y otros que se enamoraron de alguna mujer local y se casaron.

La mayoría de los locales son practicantes del Budismo; otra minoría son Católicos, Musulmanes, Sicks, e Hindúes; mientras caminas por las calles encuentras en casi todas las esquinas estatuas budistas e hindúes con espacios para ofrendas y rezo, las personas, locales en su mayoría, llegan allí para hacer ofrendas y rezos en cualquier hora del día, también hay una gran variedad de templos budistas algunos son grandes, otros pequeños, otros son hornos crematorios y otros son universidades, esta gran mayoría no quita el crédito a la posibilidad de encontrar algunas iglesias cristianas, templos Hindúes, Mezquitas, o templos Sicks.

Bangkok tiene una arquitectura variada, puedes encontrar en la misma cuadra templo budista, centro comercial, estación de metro, supermercado, colegio internacional, edificios con más de 20 pisos y eso sí, todas las calles congestionadas por las motos, tuk tuks, carros, taxis, buses, vendedores ambulantes y personas. Los centros comerciales ganan un gran protagonismo en la ciudad, al igual que los edificios con más de 20 pisos sobre todo en el centro, esto hace que uno de los principales atractivos turísticos se genere alrededor de las compras y la fiesta, los centros comerciales están diseñados para todos los tipos de compradores, hay unos que ofrecen exclusividad y otros que ofrecen precios bajos, en la noche es casi inevitable dejar de pasar por alguno de los bares establecidos en los últimos pisos de estos edificios que por lo general ofrecen vista hacia la ciudad 360 grados.
Un país en el cual hay dos estaciones, una caliente y la otra más caliente acompañada con un poco de lluvia, la única sombra que encuentras en el día es la que generan algunos de los árboles o las construcciones de los edificios o puentes del metro, las mujeres locales caminan por las calles escondidas debajo de sus chaquetas, carteras o paraguas para evitar los rayos del sol en su piel, su ideal es el de mantener una piel blanca y brillante, como las japonesas.

Existe la creencia entre los locales que mientras más morena tengas la piel menos dinero posees, con cuerpos flacos en su mayoría, estatura 1,55mts promedio, usan faldas o shorts muy cortas y de tallo alto, algunas de ellas, a las más morenas sobre todo las ves caminando con extranjeros de pelo blanco, y si visitas los red light districts que se encuentran en cada uno de los barrios observarás una inmensidad de lady boys, y mujeres ofreciendo sus servicios. En esas mismas calles hay vendedores ambulantes ofreciendo frutas, agua de coco, carne, pollo, sopa, flores, zapatos, camisas en fin, una variedad de sabores, olores y colores…. Un lugar que llaman la tierra de las sonrisas, una sonrisa que simboliza respeto, amabilidad, desespero, rabia, generosidad, atención, cualquier emoción que tengan puede estar escondida detrás de esa gran sonrisa. La cultura se ha encargado de enseñarles que la sonrisa es un símbolo de respeto, amabilidad y atención. Estos han sido algunos de los detalles que han cautivado mis sentidos, los que me han impactado desde mi llegada y los que han hecho que me dé cuenta del cambio por el cual estoy atravesando. Cuando estudias el cambio te dicen que lo primero que enfrentarás será el rechazo, y he podido descubrir que si es cierto, al llegar a esta ciudad estuvimos viviendo en un hotel por dos semanas, mis manos se llenaron de ronchas al igual que mis pies y mi estómago, no encontraba un café que me gustara, la comida me parecía muy picante, las verduras siempre estaban fritas, no era fácil encontrar leche descremada, solo hay leche condensada o leche entera, las bebidas endulzadas con extra miel y azúcar, las direcciones muy difíciles de encontrar y muchas calles angostas en las que encuentras una mezcla de edificios lujosos con casas viejas.

Así que durante esas primeras semanas solo podía ver lo que era diferente a mi país, a mi zona cómoda, al igual no podía hacer nada diferente a dejar que el tiempo pasara y a notar el estado de mi mente.  Durante este momento me sirvió mucho preguntarme: ¿Que hacía que este cambio fuera importante para mí vida? Cuando pasé la etapa del “no me gusta” empecé a permitirme la exploración, me permití maravillarme por la nueva vida. Empecé a hacer listas de los lugares que me interesaba visitar, entre ellos restaurantes que ofrecieran comida vegetariana, orgánica y macrobiótica, templos budistas con enseñanzas en inglés, grupos de meditación, parques, la vida alrededor del río y sus canales, los diversos tipos de transporte público, a contactar gente que me interesara conocer, a trabajar gratis en lugares que me sintiera útil, a dejarme maravillar por la forma de pensar de los tailandeses, a ver, ver, observar, observar, preguntar, preguntar y sin ser menos importante empecé a estudiar el idioma. En esta etapa fue cuando empecé a descubrir la importancia del soltar, y la pregunta que me acompañaba era: ¿Cuáles son las cualidades que estoy descubriendo en mi a través de este cambio

  • ¿Cómo las puedo utilizar para mi beneficio en los momentos futuros?
  • ¿Cuáles son esos recuerdos a los que aún estoy atada y necesito dejar ir?

Cuando pasé la etapa de la exploración, descubrí que debo seguir explorando y ahora no solo para mi beneficio sino para el de los demás, soy una exploradora innata, un alma libre, me fascina volar donde quiera y hacer de cada día una rutina diferente, eso sí, que siempre esté alineado con mi propósito, VIVIR PARA AMAR. Sigo acá en Bangkok aprendiendo de la vida y las emociones, han pasado 3 meses en los que sigo descubriendo cada día como ser un mejor ser humano, como poner mis cualidades al servicio de los demás, conociendo gente maravillosa y dejándome maravillar por cada día así sea con altibajos.

Algo que quiero anotar de mi aprendizaje en este cambio es que he logrado “desengancharme” quiero decir que cuando otras personas me comparten sus pensamientos, afirmaciones, juicios o críticas he logrado entender que hacen parte de ellos, aunque mi emocionalidad aún está débil a la final siempre recuerdo que cada pensamiento tienen una causa, y que además ese pensamiento sólo durará la cantidad de tiempo que yo lo quiera mantener en mi mente, o sea que no durará por siempre. Durante muchos años de mi vida sentí que lo que hacía tenía poco significado, me refiero a los años que trabajé en publicidad, sin herir a mis jefes anteriores y a mis grandes amigos que aún hacen parte de dicho gremio, los respeto y valoro su trabajo, solo que yo personalmente no encontré motivación duradera en dicha labor, esa insatisfacción me llevo a cumplir mi  sueño de estudiar Filosofía Budista en Nepal, de encontrar la creatividad en el adentro y no en el afuera como lo hacía en publicidad, Nepal es un lugar que amo y llevo en mi corazón a todas partes, fue un espacio en el que me llené de fuerza y en el que mi vida cobró sentido, esto solo quiso decir que fue cuando mi espíritu explorador comenzó a volar. Regresé a Colombia sin saber cómo entregar todo eso que sentía dentro de mí.

Mi vida estuvo llena de altibajos, con varios tropiezos, relaciones difíciles, escasez material, dificultades con miembros de la familia, fue difícil y siempre mantuve esa energía viva dentro de mí, cada momento en el que sentía que me estaba perdiendo me preguntaba: cuál es tu propósito en la vida, y cómo vas a permitirte lograrlo? Encontré en el coaching un lenguaje similar para compartir con las personas, así que me certifique como coach de esencia profesional y comencé a trabajar en dicha profesión. Sin embargo, aunque el coaching me ayudó a comunicarme con las personas para crear desde adentro estrategias y metas que estuvieran alineadas con los valores de la vida de cada uno esto aún no era suficiente, yo seguía sintiéndome partida en dos labores, sentía que por un lado era coach y por otro lado traducía a maestros las enseñanzas budistas y ayudaba en los centros de meditación.

Acá me sirvió preguntarme ¿Cómo logro poner todas mis cualidades al servicio de las personas sin sentirme partida?

Inclusive puse esta pregunta en una certificación de coaching organizacional que hice más adelante y mis compañeros dijeron que yo era la única que me sentía partida, hasta el profesor lo dijo, pero nada me hacía creer que esto era cierto aún, hasta que llegue a Tailandia.
Esta cultura Tailandesa demanda gente que piense bajo los principios budistas, y ahora estoy sintiendo que tengo dos maravillosas cualidades, conozco, practico el Budismo y comparto con las personas como Coach de vida, además es un lugar en el que gran cantidad de personas quieren pasar un rato de sus vidas encontrándose a sí mismos, separándose del mundo de la rutina laboral. Así que si son adivinos ya sabrán que estoy cocinando mientras leen estas líneas. Prontamente recibirán noticias de mi exploración puesta al servicio de todos ustedes.

Juliana-Klinkert-tailandiaBiografía Juliana Klinkert.
Una chica paisa (de Medellín, Antioquia, Colombia) que tratando de encontrar pistas para elegir la carrera universitaria decidió acercarse a la colección de libros de su mama y lo que pasó fue que encontró más que una ayuda, encontró su pasión. La novela de Lobsang Rampa, “La Caverna De Los Antepasados” desató en ella la paciencia necesaria para fortalecer su pasión no solo desde el corazón sino desde el conocimiento, gracias a la claridad encontrada en ese libro y a las experiencias atravesadas en diversos sucesos de la vida pudo esperar 10 años  para viajar a estudiar Filosofía Budista en Nepal. Esta experiencia cambió toda su vida, dejó de trabajar en el mundo de la publicidad donde había trabajado por 5 años y paso a disfrutar de la vida acompañando a otros a encontrar como emprender sus sueños a través del coaching de vida y ejecutivo. Hoy en día vive en Bangkok, Tailandia donde sigue conociendo, practicando y explorando el budismo y aprendiendo de la vida junto a otros seres humanos.

Si estás pasando por un momento de cambio en tu vida visita su blog Juliana Klinkert

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