¿Tienes ganas de partir pero te da miedo? ¿Te empiezan las dudas de lo que te puede pasar si viajas sola?

Hay pocas cosas en la vida que te impactarán positivamente como viajar sola. La emoción y la expectativa desde el momento de empacar hasta llegar a tu destino anhelado. Aún recuerdo mi primer viaje sola, me dirigía a la jungla de cemento en Nueva York, fue una mezcla entre miedo y excitación algo muy difícil de describir en palabras. Lo cierto es que tres años después me encontraba en la misma situación, esta vez viajaba al antiguo continente, sin ni siquiera sospechar lo que se me avecinaba. Un año después de estar por fuera de Colombia y de decidir dar la vuelta al mundo con lo poco que tenía, me di cuenta que ya no era la misma persona que había dejado el país un año atrás

Viajar en solitario es una experiencia muy agradable y si alguna vez se te ha pasado por la cabeza la idea pero te da miedo hacerlo, este artículo es para ti. Llevo dos años viajando sola –y algunas veces acompañada- y en mi experiencia, estos son los puntos positivos y negativos de viajar en solitario siendo mujer.

1.  Aprendes a jugar un rol diferente:

No es fácil complacer a todo el mundo, especialmente en nuestra sociedad donde muchos aún no aceptan que la mujer juegue un rol diferente al  “aceptado” socialmente. Cuando viajas acompañada (especialmente por un hombre) esperas a que sea él quien arme la carpa, a que sea el quien pregunte, quien organice. Si viajas con tu familia o tus amigas también juegas un papel diferente. Al viajar sola eres tú y nadie más quien toma el control de tu vida y la situación. Eres quien organiza, quien arma el itinerario, quien toma las decisiones

2.  Amplías tu perspectiva:

Viajar te invita a explorar lo desconocido, las experiencias que vives, las personas que conoces, las culturas y comidas distintas de lo que estás acostumbrada en casa, abren tu mente y te hace cambiar tu punto de vista sobre tu estilo de vida. Empaparte de otras culturas y estilos de vida hará que evalúes tus propios valores. Cuando viajas sola desafías tus creencias e hipótesis de otros lugares.

3. Te abres a diferentes estilos de vida:

Ningún país del mundo, incluso ninguna ciudad tienen el mismo estilo de vida. Cuando viajas te das cuenta que no importa cuánta diferencia exista en cuanto a cultura, religión, creencias, etcétera. Descubrirás que hay una bondad en el ser humano de cualquier raza, religión o nacionalidad.

4.  Aprendes a vivir el momento:

Viajar me ha enseñado a desconectarme, a tomar lo que haya en el momento y disfrutarlo.

5. El desarrollo espiritual y tu re-descubrimiento:

Una de las mejores razones para viajar sola es poderte redescubrir. Normalmente cuando viajas sola estás en contacto continuo con el entorno y terminas creando una relación con el destino donde te encuentras. Ya sea que te encuentres leyendo un libro en algún lugar de Suramérica, escuchando música en un trayecto de tren o escribiendo sobre alguna experiencia en la orilla de una playa asiática, terminas absorbiendo el entorno y tus pensamientos se convierten en tu compañero más preciado. Créeme, terminarás por conocer un lado de ti que no sabías que existía. Descubrí que tengo un lado introvertido y me gusta.  Aprendí a querer la soledad, a disfrutar más momentos conmigo misma sin estar rodeada de tumultos de gente. Tú puedes por ejemplo, descubrir que en realidad no detestabas tanto tu trabajo y te hace falta, o que en realidad quieres viajar por mucho tiempo,  o que verdaderamente no te gusta eso de viajar por tanto tiempo, o que puedes dormir en cualquier lado y no te hace falta tu confort. Explorar lo desconocido te convierte en la persona que siempre quisiste ser

Viajando sola cometerás muchos errores y aprenderás a solucionarlos por tus propios medios. Soy una ferviente creyente que viajando sola aprenderás muchas cosas sobre ti que no podrás aprender en la vida cotidiana o viajando acompañada. Atrévete a salir de tu zona de confort te conocerás a ti mismo y te convencerás de que tienes que sobrevivir – sí o sí- por tus propios medios

viajar_sola

6. Te harás más fuerte e independiente:

Te das cuenta de lo ingeniosa y valiente que debes ser en muchas situaciones en las que te encuentras sola. Aprendes a ser auto-suficiente

7. Mejor Discernimiento y Audacia:

Cuando viajas sola debes estar alerta todo el tiempo, eres tú quien cuida de ti, así de sencillo. Aprendes a distinguir actividades adrenalínicas de aquellas que pueden poner en riesgo tu vida. Tu instinto de auto-protección se activa en nivel 1000 y observas cada detalle, aprendes a confiar en tus veinte sentidos (sentido figurado ¿no?).

8. Ser más Flexible:

Tu itinerario te pertenece, eres dueña de tu tiempo, no tienes que esperar estar de acuerdo con los demás para hacer una actividad o visitar un sitio específico. Y si a esto le agregamos la frase mágica que sucede en todo viaje: -“Los planes cambian”- y con ellos cambias tú, la manera de afrontarlos y de direccionarlos  dependen totalmente de ti.

9.  Empiezas a valorar más las experiencias y menos los objetos:

Una vez que te vuelves adicta al viaje te darás cuenta que estar en alguna playa en Tailandia, ver la torre Eiffel o recorrer Suramérica tiene más valor que cualquier otra mercancía que puedas comprar. Algo que mis seres cercanos y amigos aún no entienden es el por qué prefiero viajar por el mundo a comprarme un carro o dar la cuota inicial para una casa; para mí, viajar no es algo que simplemente hago, es mi modo de vivir.

viajar_sola

10.  Aprendes a vivir con menos:

Seré 100% honesta. Antes de viajar yo era la que se estrenaba un vestido y un par de zapatos para cada fiesta, tenía tantos bolsos que a la larga solo utilizaba dos. Todo cambió al momento de viajar; vendí todo y otra parte la doné; no, no fue fácil, pero si hoy tuviera que escoger entre un par de tacones nuevos cada mes o mis experiencias, ni siquiera lo pensaría dos veces: Mis recuerdos valen más

11.  Aprendes a valorar más lo que tienes:

Como dije anteriormente, para mí era difícil salir de la marea del consumo. Atuendos nuevos para no repetir y que todo saliera acorde. Si algo se dañaba o “pasaba de moda” simplemente lo dejaba pasar y me compraba otro. Estamos en una sociedad donde hacer eso “es normal” pero afortunadamente me di cuenta que viajando debes cuidar más tus pertenencias, estar más atenta y ser más precavida. Así mismo, tuve la fortuna de vivir en un país de Europa donde la imagen de la mujer no se ve juzgada si sale o no maquillada y con la mejor pinta al centro comercial o a una fiesta. Todo fue un proceso para salir de la burbuja y aprender a valorar más lo que tenía y lo necesario para viajar

12. Nunca estás sola:

Algo que he aprendido en mis dos años viajando es que al viajar sola en realidad NO estás sola. Siempre encontrarás gente en el camino, terminarás haciendo algún viaje con alguien que conociste en algún trayecto, si te pierdes alguien te guiará y tal vez te invite a tomar un café, siempre pasa. Mi primer viaje en solitario fue en Croacia, estaba desorientada, había perdido todo mi dinero y no sabía qué hacer, nunca, ni un solo día, estuve sola. Siempre estuve acompañada de personas que me ayudaron.

El sueño de dar la vuelta al mundo con 150Euros en el bolsilloLina Maestre es la administradora hotelera que dejó todo atrás para vivir viajando. Su objetivo principal es demostrar que para viajar no se necesita ser millonario. Escribe principalmente para colombianos y toda la comunidad latina que se sienta identificada con los mismos obstáculos al viajar: Dinero y visas.

BLOG: Patoneando /  FAN PAGE DE FACEBOOK  /  TWITTER  /  INSTAGRAM